El día de ayer estuvimos hablando sobre el Síndrome de Wendy.
Hoy quiero compartir una entrada para autoevaluarnos.
El siguiente es un test para autoevaluar si tu comportamiento tiene a un adulto que no quiere dejar de ser niño.
¿Te animas a contestarlo?
VALOR “0”: Cuando nunca se aplica.
VALOR “1”: Cuando se aplica a veces.
VALOR “2”: Cuando se aplica casi siempre.
0 1 2 Cuando cometo una equivocación me disculpo excesivamente.
0 1 2 No puedo resistirme a discutir con él (la).
0 1 2 Programo las salidas con él (la) con mucha anticipación, le pido que se comprometa mucho antes de la fecha del acontecimiento.
0 1 2 A menudo le digo a las personas lo que tienen que hacer, como si yo fuese su guardiana designada.
0 1 2 Me quejo a él (la) porque no me dedica tiempo suficiente.
0 1 2 Me altero y fastidio cuando se cambian los planes.
0 1 2 Culpo a mi madre de muchos de mis problemas.
0 1 2 Digo o pienso: mi compañero(a) es magnífico, me deja hacer casi todo lo que yo quiero.
0 1 2 Me gustaría abrazar a mi padre (o, si está muerto, solía sentir deseos de hacerlo), pero si lo intentara me sentiría rara.
0 1 2 Cuando hay problemas entre nosotros, yo digo: “Qué he hecho para que me trate de esa forma."
0 1 2 Ante la perspectiva de boda pensé: “Creo que está dispuesto(a) a casarse conmigo".
0 1 2 Cuando él (la) llega tarde lo interrogo insistentemente sobre sus andanzas.
0 1 2 Me resulta difícil tomar una decisión, para ello acudo a la ayuda de amigos o amigas.
0 1 2 Lo(a) critico porque no comparte conmigo sus sentimientos.
0 1 2 Me resulta difícil gozar del sexo.
0 1 2 Cuando él (la) hace algo que me lastima, trato de hacerlo sentir culpable.
0 1 2 Me erijo en una autoridad para juzgar la conducta de otras personas.
0 1 2 Cuando él (la) se queja acerca de cuestiones domésticas (comida, lavado de ropa, limpieza), me siento culpable.
0 1 2 A menudo desearía hacer más mi vida pero no hago nada al respecto.
0 1 2 Mis sentimientos resultan heridos fácilmente.
Ahora a sumar los puntos:
De 0 a 7 - Puede ser un poco empecinado, pero nunca es aburrido o repetitivo en la forma en que ve la vida. Ud. controla su propia vida y espera que las personas cercanas hagan lo mismo. Se da cuenta de que no puede mantener una relación amorosa sin espontaneidad.
La libertad de decir lo que piensa. Puede experimentar una parte del dilema de Wendy, pero nunca cesa de crecer o madurar.
De 8 a 25 - Está en el proceso de resolver sus conflictos, tiene muchas características de una persona que está alterando su actitud ante la vida. Tiene dudas pero eso no lo imposibilita para crecer. Su avance hacia la libertad es contagioso. Busca cambios continuos, a menudo al precio de la confusión y la ansiedad. Se mueve en una dirección positiva; sólo recuerda que el cambio habitualmente requiere dar un paso atrás antes de poder dar dos adelante.
De 26 a 46 - Probablemente Ud. está atrapado, o muy cerca de estarlo en la trampa de Wendy. Es posible que el dilema de Wendy lo haya inmovilizado. Está lleno de dudas y es fácilmente dominado por personas a quienes Ud. siente que debe complacer. Se siente inferior a muchas personas y permite que otros controlen su destino. Sus temores e
inseguridades le obligan a controlar su vida complaciendo a los demás.
Se asusta con facilidad y las decepciones lo hieren profundamente, aunque puede fingir que no es así. La vida normal de todos los días le produce mucha ansiedad.
¿Cuál fue tu resultado? Los Wendy de este mundo siempre la estarán haciendo de mamá a los amigos, compañeros de trabajo etc.